Kentucky autoriza apuestas a la NFL no sólo a los caballos

Con el inicio de la temporada de la NFL, Kentucky se prepara para un cambio histórico: los residentes y visitantes podrán apostar legalmente en eventos deportivos, una novedad en el estado que hasta ahora se centraba principalmente en las carreras de caballos. Pero, además, una parte de las ganancias generadas por estas apuestas financiará el primer programa estatal destinado a personas con problemas de juego.

Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos allanó el camino para la legalización de las apuestas deportivas hace cinco años, la mayoría de los estados se han apresurado a adoptarlas. Sin embargo, la financiación estatal para servicios destinados a quienes enfrentan problemas de juego ha quedado rezagada.

“La financiación está comenzando a fluir, pero la cantidad sigue siendo claramente insuficiente en la mayoría de los estados”, señaló Keith Whyte, director ejecutivo del Consejo Nacional sobre Problemas con el Juego. Agregó que, en su mayoría, estas sumas son simbólicas.

Los operadores legales de apuestas deportivas recaudaron la asombrosa cifra de 220 mil millones de dólares durante los últimos cinco años, generando 3 mil millones en impuestos estatales y locales.

En contraste, los estados gastaron un promedio de 38 centavos por persona en servicios de problemas de juego en el año fiscal 2022, según la consultora Problem Gambling Solutions Inc. Esto se traduce en un déficit de financiación considerable para líneas de ayuda, asesoramiento y campañas de sensibilización pública.

El gobierno federal, que invierte miles de millones en prevención y tratamiento del abuso de sustancias, no asigna fondos para problemas de juego.

Kentucky, que ha tenido una larga historia en las carreras de caballos, ha luchado durante décadas para asegurar financiamiento para servicios dirigidos a personas con problemas de juego. La legalización de las apuestas deportivas no garantizaba inicialmente este apoyo financiero. El representante estatal Michael Meredith, por ejemplo, no incluyó fondos para problemas de juego en su legislación inicial para legalizar las apuestas deportivas, ya que prefería enfocarse en establecer las apuestas deportivas en primer lugar.

Sin embargo, para asegurar la aprobación del proyecto de ley, se incorporó una disposición que destina el 2.5% de los impuestos sobre las apuestas deportivas y las tarifas de licencia a un nuevo fondo para problemas de juego, que también puede utilizarse para abordar adicciones al alcohol y las drogas.

A pesar de este avance, el nuevo fondo de Kentucky se espera que reciba aproximadamente 575,000 dólares en su primer año, una cifra que algunos consideran insuficiente.

A nivel nacional, más estados están tomando medidas similares, exigiendo que parte de los ingresos de las apuestas deportivas se destinen a ayudar a quienes enfrentan problemas de juego. Esta tendencia busca abordar la creciente preocupación sobre los riesgos asociados con el acceso fácil a las apuestas en línea, especialmente entre hombres jóvenes con educación superior.

A pesar de estos esfuerzos, los defensores de la prevención y el tratamiento del juego problemático señalan que aún hay un largo camino por recorrer para garantizar que los recursos sean adecuados y que se aborden las necesidades de todos aquellos afectados por esta creciente forma de entretenimiento.