Un día abrasador en el sur de Florida, otro estadio DRV PNK repleto y más fuegos artificiales (literal y figurativamente) de Lionel Messi.

Luego de su debut épico hace solo unos días, el campeón de la Copa del Mundo tardó ocho minutos en su primera apertura en Inter Miami para celebrar nuevamente.

Su compañero Sergio Busquets, como tantas veces ha hecho antes, abrió el campo y con la máxima precisión entregó un balón por arriba a Messi. Ya sabes cómo termina esa historia.

Fue el primero de muchos cuando Inter Miami aplastó 4-0 a Atlanta United y aseguró un lugar en los dieciseisavos de final de la Leagues Cup.

Los visitantes tuvieron un comienzo rápido con un gol de Giorgos Giakoumakis marcado en fuera de juego y un centro de Brooks Lennon rematado en el poste. Pero una vez que Messi metió ese balón en el fondo de la red, todo se puso color de rosa.

En el minuto 22, Messi volvió a golpear cuando una jugada provocada por él, por supuesto, resultó con el balón de vuelta a sus pies en el área.

Justo antes de la mitad, Robert Taylor triplicó la ventaja con un buen golpe para el deleite de la multitud que agotó las entradas. Si hay alguien que se ha beneficiado enormemente de la llegada de Messi, ese es Taylor.

La confianza y las ganas desde que han llegado Messi y Busquets está a otro nivel. El cuarto gol de Miami fue otra muestra más de cuánto ha cambiado en estos dos últimos juegos.

Un horrible despeje de Atlanta le dio a Messi el balón en un espacio abierto solo con un defensor. En el momento en que Messi recogió el balón, Taylor estaba en el borde del área, pero echó a correr a toda velocidad a lo largo del campo y se colocó en posición para recibir la asistencia de Messi y anotar su segundo de la noche.

Si sintonizaste el show de Messi, obtuviste el show de Taylor como bonificación.

Busquets se retiró del partido en el minuto 72. Messi, en el 77, entregó el brazalete de capitán a DeAndre Yedlin, le dio un fuerte abrazo a su compañero de Argentina (pero rival de la noche) Thiago Almada y se dirigió a su cómodo asiento en la banca en medio de una ovación de pie.

Para los que llevan la cuenta, son tres goles y una asistencia en solo 113 minutos de juego de Messi.

Y si no lo eres, probablemente deberías porque esto recién comienza..